Sirimiri en Donosti. No es agradable pero se agradece. La camara lo agradece. Paraguas de colores, reflejos. La ciudad esta viva. Y pasear y captar esa vitalidad bajo el sirimiri me encanta. Aqui teneis la bajamar de la playa de la Concha en pleno invierno con su silencio en todo su esplendor un Domingo 24 de enero por la mañana.